martes, 8 de diciembre de 2009

de cómo perdí mi joyita

No sé cuando pasó todo, fue todo muy rápido, pero pasó así:

Resulta que vengo de la católica a estudiar una carrera muy popular que ayuda a la gente, así dormía tranquilo por las noches, pero mi ilusión murió de sopetón cuando un día, un día cualquiera, la vi, era ella, en realidad nadie la había visto ese día, por lo que me pareció que todo era muy fantástico, así que no le puse mucha atención atribuyéndoselo a una alusinación visual de caracter esquizoafectivo, así que la dejé ir.

¿Qué pasó después? de todo

Resulta que no quería volver a verla, pero al parecer es el destino que me arrastra a ella, "el eterno retorno" dirán algunos, yo diría: una maldición, la cosa es que no hay quien pueda huír del todo, es como un rostro perplejo mirando a la luna, es más que todo lo que hayan podido ver en otras vidas y en esta.

En una ocasión creí poder olvidarla, pero mis ilusiones de escapar de sus ojos fulgorosos me dieron a entender que la volvería a ver. Nos volveríamos a ver.

ay, destino funesto! no hay forma de salir de esta pesadilla. he pedido ayuda al cielo, al mar y a onetto, pero nada, la cosa es que un día calló un ángel del cielo y me abrió los ojos, "estás atado por el destino a verle el rostro eternamente" me dijo y subió al olimpo. No le creí y recordé que los ángeles también mienten.

cuando era niño era muy incauto y supe ver las cosas con poca madurez -muy sabio de mi parte- aceptando las cosas como viniesen, pero hoy no es así, he madurado -algo muy poco sabio de mi parte- y creo que la cosa cada vez es más terrible

"¡santa cecilia, líbrame de este mal!" su ídolo sonreía cual figura de ónix con buen humor, pero para mi no era gracioso. así que caminé, sí, ese día caminé sin mirar a dónde, vi duendes que caminaban incautos como yo alguna vez, vi serpientes encantando por el inconciente, vi ratones torturados políticos, vi vendedores de pomadas (4 pomadas disntitnas que pueden entremesclarse a veces) y vi a una familia que no existía. caminé, caminé lárgamente aquella noche, y pude entender algo, pude saber qeu la realidad es construida por el lenguaje, y me reí hasta que misentrañas explotaron.

así, la cosa es tratar de ver el mundo on ojos nuevos, ojos de niño incauto y fulgoroso, tratar de ver que la vida es una mirada triste pero feliz, por lo que hoy la puedo mirar a la cara, puedo saber que nada más de lo que alguna vez fue será y que será lo que yo quiero que sea, en la medida de lo posible.

nadé por mares de tristesa y congoja, vi mi malla y reí a carcajadas, "no hay nada que se le escape a una malla, no hay nadie" pensé y seguí nadando

así pasaron las semansa, los semestres y yo envegeciendo con mi pequeña joyita, pues ya le había cobrado cariño a aquellos ojos de gorgona, la amaba y me daba seguridad, no entendía la realidad sin ella. mi mundo era mi joyita y no estaba dispuesto a perderla. hasta que un día...

un día mi joyita no estaba, ¡la había perdido! volví a recurrir a los cielos, al mar y a onetto, pero nada, recé a santa cecilia, pero nada, recurrí al ángel celestial, mensajero de los dioses, pero nada. la cosa era bien simple: había pasado estadística perdiendo así a mi joyita.


El Incauto